Por Antha Williams y James Simon
Antha Williams dirige el programa de Medio Ambiente de Bloomberg Philanthropies y James Simon es Presidente de Oceana.
Los océanos son la esencia de nuestro planeta, están repletos de una extraordinaria biodiversidad y desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la crisis climática al ser el mayor disipador de calor y carbono del planeta. En 2022, el mundo se comprometió firmemente a proteger y conservar al menos el 30% de la tierra y el agua del planeta para 2030. En el océano, este ambicioso objetivo, conocido como «30×30», es esencial para preservar la vida marina y apoyar a las comunidades costeras. La ciencia también tiene claro que proteger al menos el 30% del océano -aunque sea un reto- es fundamental para salvaguardar la capacidad del océano de actuar como aliado climático.
Para ayudar a hacer realidad este compromiso, la Bloomberg Ocean Initiative y Oceana están trabajando para acelerar la creación de nuevas áreas marinas protegidas (AMP) y otras medidas de conservación que aporten beneficios cuantificables tanto para las personas como para la naturaleza, respetando y reconociendo los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
El Día Mundial de los Océanos es una oportunidad para celebrar los logros de nuestros socios, así como para poner de relieve los avances necesarios para construir un océano sano y más resistente para las personas y el planeta.
Logros recientes en el camino hacia el 30×30
En enero, celebramos la creación del Parque Nacional Bajos del Norte por parte del gobierno mexicano. Esta nueva AMP, que abarca más de 8,000 kilómetros cuadrados, es la mayor zona protegida del Golfo de México. La zona protegida ayudará a conservar los arrecifes de coral y facilitará la recuperación de las poblaciones de meros, pulpos y langostas. Además, la AMP conecta con el Parque Nacional Arrecife Alacranes, creando un corredor útil para especies migratorias como tiburones y tortugas. Oceana y Blancpain realizaron expediciones a Bajos y Alacranes para evaluar la vida marina y los ecosistemas de estas zonas. Las conclusiones y recomendaciones de las expediciones fueron pruebas clave para justificar la creación del parque nacional.
La creación del área marina costera protegida de usos múltiples del Archipiélago de Humboldt por parte de Chile el pasado agosto fue otro momento importante en la carrera por proteger el 30% del océano, reforzando el liderazgo del país en cuestiones oceánicas. Con una superficie de más de 2,200 millas cuadradas, esta AMP, situada entre las regiones de Atacama y Coquimbo, es un gran logro para la biodiversidad marina. Protege ecosistemas críticos, incluidas zonas de alimentación de ballenas azules y pingüinos de Humboldt, al tiempo que apoya la pesca artesanal y el ecoturismo. La zona también ayuda a recuperar especies comerciales clave, impulsando tanto la resistencia ecológica como la económica. Oceana, los pescadores artesanales y otros importantes aliados hicieron campaña a favor de esta AMP, sobre todo teniendo en cuenta que proyectos de desarrollo industrial perjudiciales llevan años intentando invadir este ecosistema diverso por su potencial minero.
En Brasil, nuestro socio Rare también apoyó recientemente la creación de dos nuevas AMP frente a la costa del estado de Pará, que se suman al mayor cinturón continuo de manglares conservados del planeta. Estas dos nuevas áreas protegidas ponen bajo protección federal casi todos los manglares de Pará, ecosistemas críticos para la vida marina y la adaptación al cambio climático, al tiempo que garantizan que las comunidades locales puedan seguir realizando prácticas tradicionales y sostenibles como la caza y la pesca.
Y en la conferencia Our Ocean de este año en Grecia, se presentó el Rastreador de Progresos 30×30 de SkyTruth, apoyado por la Bloomberg Ocean Initiative. Se trata de una herramienta revolucionaria para la protección marina, que permite a las ONG y comunidades locales supervisar los avances hacia el objetivo 30×30 y contribuir a los esfuerzos nacionales.
El camino por recorrer: más AMP, mayor protección
A pesar de estos logros, aún nos queda un largo camino por recorrer para alcanzar el objetivo 30×30. El océano cubre más del 70% de nuestro planeta. Los océanos cubren más del 70% de nuestro planeta, pero sólo el 8% está protegido y, lamentablemente, sólo el 2% goza de una fuerte protección.
Afortunadamente, la adopción el año pasado del Tratado de Alta Mar crea un mecanismo para proteger los dos tercios del océano mundial que se encuentran fuera de las aguas nacionales. Una vez ratificado por 60 países, este tratado histórico entrará en vigor y permitirá designar zonas marinas protegidas en alta mar, algo fundamental para que el mundo cumpla el objetivo 30×30. Siete países ya han ratificado el tratado. Muchos otros deben seguir su ejemplo rápidamente.
Necesitamos urgentemente que los gobiernos aceleren la designación de nuevas AMP; pero igual de importante es la calidad de la protección. En la actualidad, muchas AMP permiten actividades industriales nocivas, como la pesca de arrastre de fondo, que devastan los ecosistemas marinos y socavan su capacidad de actuar como sumidero de carbono. Una nueva investigación de Oceana muestra el enorme daño que está causando la pesca de arrastre de fondo en aguas europeas, incluso dentro de las AMP. Estos enormes buques de pesca de arrastre industrial desplazan pesados equipos y redes gigantescas por el fondo oceánico de los santuarios marinos, destruyendo hábitats y dañando la fauna, como tortugas y mamíferos marinos.
Por eso es tan importante crear AMP sólidas. Cuando lo hacemos, la vida marina puede prosperar dentro y fuera de estas zonas. Las AMP no sólo protegen la vida salvaje, también ayudan a recuperar las poblaciones de peces, lo que beneficia a las comunidades locales y a la pesca. Los peces más grandes tienen más descendencia, y ésta suele nadar más allá de las zonas protegidas, extendiendo los beneficios a otras áreas.
Comunidades costeras: guardianes de primera línea del océano
Proteger las zonas costeras también es vital. Los ecosistemas costeros albergan una increíble biodiversidad marina, capturan y almacenan dióxido de carbono, protegen a las comunidades de la subida del nivel del mar y proporcionan alimentos y medios de vida. La Bloomberg Ocean Initiative y Oceana trabajan con las comunidades costeras de países como Filipinas y Brasil para ofrecer y reconocer las protecciones marinas locales, al mismo tiempo que ayudan a amplificar sus voces en los debates nacionales en torno al 30×30.
En el fondo, este trabajo consiste en garantizar un futuro sostenible para todos. Y lo que es más importante, para proteger el 30% de nuestros océanos de aquí a 2030, necesitamos un compromiso mundial, medidas locales y una aplicación estricta de la legislación. Logros recientes como el Parque Nacional Bajos del Norte y el AMCP-MU del Archipiélago de Humboldt demuestran que es posible avanzar cuando trabajamos juntos. Sin embargo, todavía tenemos que ver un cambio en el ritmo y la escala de la acción. La próxima conferencia de la ONU sobre biodiversidad, que se celebrará en Colombia en octubre, será un momento clave para que los líderes mundiales demuestren que se toman en serio la protección de los océanos por el bien de la vida salvaje y de las personas de todo el mundo. Trabajaremos para asegurarnos de que no la desaprovechan.
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